Unos extranjeros, con el deseo de acercarse a Jesús, dijeron a los apóstoles Felipe y Andrés: “queremos ver al Señor”. Los mismos apóstoles, antes de la muerte de Jesús, le dirán: “muéstranos al Padre y nos basta” . Santa Catalina tenía muchas ganas de ver a la Virgen.
Nos cuenta que la noche del 18 de Julio se acostó pensando que la iba a ver: “me acosté con el pensamiento de que esa misma noche vería a mi buena Madre, ¡hacía tanto tiempo que lo deseaba!. Al cabo me dormí...Por fin, a las once y media de la noche,
oí que me llamaban por mi nombre: ”Hermana, Hermana”. Me desperté y miré al lado donde escuchaba la voz. Descorrí la cortina y ví a un niño como de cuatro a cinco años
que me decía: “Venga a la capilla... la Virgen la está esperando”.
Catalina
deseó ver a la Virgen y se le concedió.
¿Queremos nosotros VER a Jesús, CONOCER a Jesús, SEGUIR a Jesús?
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