DÍA SEGUNDO: “DIOS VISITA A SU PUEBLO”
Oración inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ayer decíamos que hay muchas personas que “desean ver a Dios”. Hoy vamos a ver cómo Dios mismo, y la misma Virgen, son quienes nos quieren visitar. Es muy normal que los amigos se visiten, se inviten a comer para poder hablar con confianza e intimidad.
Nos cuenta el Evangelio que Jesús fue a visitar a sus amigos Lázaro, Marta y María. En esta familia ocurrieron cosas muy hermosas. A Marta le dirá que “sólo hay una cosa importante en la vida”: entrar en comunión con Dios.
– La Virgen María, recién embarazada, también fue de visita a ver a su prima Isabel, para ayudarla y para “hablar de sus cosas”. Y estas cosas
eran lo que Dios les estaba haciendo: una era mayor y estéril, pero ya iba a ser madre. La otra, joven, María, y también iba a ser Madre por la gracia del Espíritu Santo. Hablaban de esta visita de Dios. Las dos juntas. Y rezaban y alababan a Dios.
- La Virgen María, a lo largo de los siglos ha visitado a los cristianos en muchos lugares. Escuchemos cómo cuenta Catalina Labouré la visión del 18 de Julio:
“Llegamos a la capilla... El niño me condujo al Presbiterio, junto al sillón destinado al Director. Allí me puse de rodillas … Escuché como un rumor, como el roce de un vestido de seda...Yo dudaba si era la Santísima Virgen. Pero
el niño, que seguía allí, me dijo: “ES LA VIRGEN”.Me sería imposible decir lo que experimentaba en aquel instante. Me parecía que no veía a la Santísima Virgen”.
¿Qué podemos decir nosotros cuando nos visita alguien?. Recordemos, también, que aunque durante todo el día no haya venido nadie a saludarnos o no haya sonado el teléfono, nunca hemos estado solos porque Dios siempre está con nosotros y la Virgen nunca se ha ido de nuestra casa.
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