Mt 1 16.18-24 EVANGELIO EN AUDIO
Preparación: En medio de la Cuaresma, celebramos al patrón de la Iglesia universal. Patronazgo significa confianza, protección e intercesión. Hoy quiero escuchar la Palabra como lo hizo José: con humildad, con obediencia, con entereza.
Lectura: De san José nos hubiera gustado saber más y “oír” más. Sin embargo, los evangelios rodean su figura de sombra, de humildad y de silencio: se le adivina más que se le ve. La lectura evangélica nos presenta a José como un hombre bueno, un israelita justo que escucha la Palabra y la cumple. José descubre en el sueño la misión que Dios le ha reservado. Él habrá de poner al hijo de María el nombre que significa que Dios es salvador.
Meditación: Hace ocho años que el papa Francisco comenzó su ministerio petrino. En este día recordó la misión de José como “custodio del Redentor” y nos invita hoy a todos a ser custodios de Jesús (con María), custodios de la creación, de los hermanos (especialmente, los pobres), y también de nosotros mismos: “el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura.
En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura” (Francisco).
Oración: Humilde magisterio bajo el que Dios aprende / ¡que diga si lo entiende quien sepa de misterio! / Si Dios en cautiverio se queda en aprendiz, / ¡aprende aquí la casa de David. Y pues que el mundo entero te mira y se pregunta, / di tú como se junta ser santo y carpintero. / La gloria y el madero, la gracia y el afán, / tener propicio a Dios y escaso el pan (Liturgia de las Horas).
Oración: Humilde magisterio bajo el que Dios aprende / ¡que diga si lo entiende quien sepa de misterio! / Si Dios en cautiverio se queda en aprendiz, / ¡aprende aquí la casa de David. Y pues que el mundo entero te mira y se pregunta, / di tú como se junta ser santo y carpintero. / La gloria y el madero, la gracia y el afán, / tener propicio a Dios y escaso el pan (Liturgia de las Horas).
Contemplación: “José, no tengas miedo de tomar a María por esposa”. Lo peor del miedo no es el sentimiento de incertidumbre y desasosiego que nos provoca, sino la parálisis en la que nos hace caer. Detecto mis miedos, pero me pongo en las manos de Dios para superarlos y cumplir su voluntad en las dificultades de la vida.
Acción: Como José, hoy voy a tratar de acoger, cuidar y proteger a quienes tengo cerca de mí, incluidos algunos más vulnerables.
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