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Lc 15 1-3.11-32 EVANGELIO EN AUDIO
Nos encontramos con una parábola propia de Lucas, muy conocida. Esta parábola es clave para entender el nuevo rostro o imagen que de Dios tiene Jesús. Todos los grupos religiosos tienen por costumbre mostrar a Dios como “el castigador”, “el vengador”, “el que se irrita por todo” Dios ha terminado deformado por las predicaciones patológicas de muchos cristianos que no han experimentado en sus propias vidas, la inclusión, el perdón y el amor sin límites.Dios es exclusivamente amor, misericordia, perdón infinito. Eso es lo que Jesús dice de su Padre. El Hijo mayor no entiende eso. No puede comprender a Dios sino desde el prototipo del hombre religioso y observante, que solo vive de normas y de cánones, impidiéndole vivir la alegría y la fiesta del perdón que regresa la vida a su otro hermano, que estaba muerto. El hijo menor es ejemplo de los marginados, de los pecadores, de los que no cuentan para el sistema religioso.
Éste que ha pecado, tiene más capacidad para vivir la fiesta del amor y del perdón.
Solo una breve precisión de los puntos que más pueden ayudar a entender mejor esta parábola tan conocida y repetida.
1) El tema central no es la conversión del hijo, sino la bondad del padre.
2) El hijo no vuelve a la casa del padre porque se convirtió de su mala vida, sino porque se moría de hambre.
3) El padre acoge al hijo extraviado sin pedirle explicaciones, ni le deja confesar lo que había hecho.
4) El hijo extraviado estaba, no solo en la mayor miseria, sino además hundido psicológicamente y su autoestima destrozada. Un hombre roto.
5) Lo más fuerte que hay en la parábola es que Jesús cambia por completo la imagen de Dios que, por lo general, tenemos los cristianos. Los predicadores religiosos han usado la imagen de Dios para fomentar el miedo en la gente y así obtener obediencia y sometimiento de los fieles.
6) El hijo mayor es la imagen cabal del cristiano que no entiende a Dios.
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