'Orientaciones pastorales para la celebración en las Iglesias particulares'

    En la continuidad de la “oración liberadora” Jesús pide al Padre que guarde y preserve en su Nombre a la comunidad discipular. El sentirse elegidos por el Padre y guardados en cohesión comunitaria, garantiza una fe sostenible.
       Conocer la savia y fuente de donde emana la pertenencia e identidad de discípulos del maestro de Nazaret, es tener la capacidad de hacer memoria, invocarla y asegurarse orientación y lucidez en medio de las tribulaciones. La unidad discipular no es un fin en sí, sino fermento de gozo filial y fraterno. La unidad es en la diversidad, en la confluencia de deseos y voluntades bajo la égida de un mismo propósito y motivación de sentido: vivir con y en la Alegría del Evangelio. Alegría que se asienta en el amor compartido capaz de crear, en un mundo convulsionado y hostil, comunidades sabias y proféticas que, desde el Espíritu de Jesús, permitan construir el otro mundo posible, la sociedad justa.
       ¿La comunión en la diversidad es lo que nos identifica como discípulos del Señor? 

Gravemente enfermo, con "dolor de cabeza, fiebre y tos"

"La mejor manera de cuidar a las víctimas de abusos es escucharles y creerles"

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