30º domingo DA-B

 

MEDALLA MILAGROSA-Necochea
Miguel Ángel Munárriz: El estilo de Jesús. Un empecatado ciego que a nadie le importaba... excepto a Jesús.

José Luis Sicre: El mendigo que no quería dinero. Bartimeo es un símbolo de la actitud que debemos tener cuando no acabamos de entender, o no somos capaces de practicar lo que Jesús enseña. Pedirle que seamos capaces de ver y de seguirle incluso en los momentos más difíciles.

Fray Marcos: No te dejes engañar. Tú puedes ver. Tu lazarillo ve menos que tú pero te ha convencido de que no ves, para seguir controlándote.

José Antonio Pagola: Un grito molesto. Jesús sale de Jericó camino de Jerusalén. Va acompañado de sus discípulos y más gente. De pronto se escuchan unos gritos.

Carme Soto: Una fe que transforma y libera. Lo impresionante de las curaciones de Jesús está en su capacidad de propiciar un encuentro entrañable que hace que la persona herida pueda reconstruir su vida y pueda encontrarse a Dios acompañando ese proceso.

Florentino Ulibarri: Ojos nuevos. Hoy más que nunca, Señor, necesito unos ojos nuevos para ver la vida tal cual Tú la ves, porque los míos están doloridos y secos.

Vicky Irigaray: 30º Domingo del Tiempo Ordinario. La curación de Bartimeo interpela nuestro modo de mirar, a veces, tan lejano del modo de mirar de Jesús y tan necesitado de curación.

Anáfora: Solidaridad. Unidos a la gran comunidad universal que desea y espera un mundo más justo y solidario, brindamos en la esperanza de hacerlo posible entre todos.

Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 30º del Tiempo Ordinario.


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