MEDALLA MILAGROSA-Necochea
José
Luis Sicre: El mendigo que no quería dinero. Bartimeo es un símbolo
de la actitud que debemos tener cuando no acabamos de entender, o no somos
capaces de practicar lo que Jesús enseña. Pedirle que seamos capaces de ver y
de seguirle incluso en los momentos más difíciles.
Fray
Marcos: No te dejes engañar. Tú puedes ver. Tu lazarillo ve menos
que tú pero te ha convencido de que no ves, para seguir controlándote.
José
Antonio Pagola: Un grito molesto.
Jesús sale de Jericó camino de Jerusalén. Va
acompañado de sus discípulos y más gente. De pronto se escuchan unos gritos.
Carme
Soto: Una fe que transforma y libera. Lo impresionante de
las curaciones de Jesús está en su capacidad de propiciar un encuentro
entrañable que hace que la persona herida pueda reconstruir su vida y pueda
encontrarse a Dios acompañando ese proceso.
Florentino
Ulibarri: Ojos nuevos. Hoy más que nunca, Señor, necesito unos ojos
nuevos para ver la vida tal cual Tú la ves, porque los míos están doloridos y
secos.
Vicky
Irigaray: 30º Domingo del Tiempo Ordinario. La curación de
Bartimeo interpela nuestro modo de mirar, a veces, tan lejano del modo de mirar
de Jesús y tan necesitado de curación.
Anáfora:
Solidaridad. Unidos a la gran comunidad universal que desea y espera un mundo más
justo y solidario, brindamos en la esperanza de hacerlo posible entre todos.
Monjas
Benedictinas de Montserrat. Domingo 30º del Tiempo Ordinario.
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