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Lucas 12,35-38 EVANGELIO EN AUDIO
Tengan las "lámparas encendidas” es una bella imagen que nos habla de la necesidad de salir de sí mismo al encuentro del otro, de estar atentos aún cuando todos duermen. Estar despiertos y dispuestos para recibir al que está llegando significa que la misión se completa tan solo cuando atiendo la llamada del que toca mi puerta.
El evangelio introduce el tema del servicio, por medio de la figura de ceñirse la túnica, símbolo de estar preparados para trabajar, y la figura de las lámparas encendidas, signo de acogida y de guardia en el servicio frente al cansancio que se pueda presentar.
El tiempo de la espera no es vacío, se ha de testimoniar a Dios ante el mundo. De ahí la invitación: “estén ceñidos sus lomos”, haciendo referencia al uniforme de trabajo y de servicio de la cena pascual, actitud adecuada para la espera del Señor.
Las lámparas encendidas evocan al servidor que se convierte en luz para otros. La bienaventuranza pasa del goce individualista de falsa felicidad a la verdadera felicidad de conocer plenamente al Señor prologando su servicio.
Cuando comprendemos que necesitamos del otro para nuestra salvación no podemos quedar tranquilos en la comodidad de nuestro propio bienestar. Porque si el otro aún sufre injusticia no ha llegado la salvación tampoco para mí.
¿Quiénes están llamando a mi puerta? ¿Está dispuesto y atento mi corazón a esta oportunidad de hacer efectiva la justicia que se me ofrece?
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