Y donde, por tanto, reinará la misericordia, la justicia, la belleza, la honradez, el perdón de las ofensas, la amistad y el amor amor, los vivos, los pacíficos y los que tienen hambre y sed de justicia.
Esta es nuestra esperanza, inmensa pero creíble, porque ya hubo quien pasó por la tierra haciendo el bien.
Con esta esperanza firme vivimos y, sobre todo, actuamos. Guiados por el «heroico furor» de que los hombres no sufran y sean felices.
Hasta que Dios, felicidad y plenitud de los hombres y las mujeres, sea todo en todos. Amén.
Temas relacionados para la semana:
1. El estilo de «reinar» de Jesús. ¿En qué consiste que Cristo «reine»? Peligros de un tipo de reinado demasiado parecido a ciertos reinados. Los equívocos de una fiesta.
2. Los primeros en el Reino. Los (y las) que nos precederán. Los que lo poseen ya por nacimiento. Los que se hacen violencia para conquistarlo. Según usted, ¿qué méritos hay que tener para que le concedan a uno la ciudadanía del Reino de los cielos?
3. La estrella radiante de la mañana. Esforcémonos por descubrir cosas, personas, estilos, lugares… de los que podamos decir ya: «Aquí reina Dios, por aquí está ya amaneciendo su reino». Brotes verdes en el mundo, pero también en nuestro barrio.
4. Alfa y Omega. Jesús, como centro de nuestra existencia, de todo lo que pensamos, sentimos y hacemos. Confirmemos la centralidad de su mensaje en nuestras vidas. El propósito de leer y releer sin pausa su Evangelio, sus palabras, sus parábolas, sus hechos, su forma de pensar, sentir y hacer.
5. Morir para reinar. Reflexión sobre el inevitable final de nuestras vidas terrenales. Superación del miedo por la confianza en lo que creemos. Acceso a la plenitud de una vida total a cuya plenitud terrenal le hemos dedicado nuestra vida. Descansar en el seno de Dios.
6. Alegría, alegría, lágrimas de alegría. La alegría de ser de Cristo. La alegría de vivir con otros en la comunidad de Jesús, precursora del Reino. ¡Saquen un vino, que esto hay que celebrarlo!
Miguel
Ángel Munárriz: Venga a nosotros tu Reino. Jesús creía en la pujanza de la semilla,
en el poder de la levadura, en la fuerza imparable del Espíritu de Dios...
José
Luis Sicre: Fiesta de Cristo Rey. No se trata de una
fiesta muy antigua, la instituyó Pío XI en 1925. La Primera Guerra Mundial ha
terminado hace siete años y ha habido millones de muertos. Pío XI piensa que la
causa de todos los males, de la guerra y de todo lo que siguió, fue el “haber
alejado a Cristo y su ley de la propia vida, de la familia y de la sociedad”.
Fray
Marcos: Tú has nacido para ser rey. Para ello solo tienes que ser verdad
(auténtico).
José
Antonio Pagola: Testigos de la verdad.
A Pilato le resulta increíble que aquel
hombre intente desafiar a Roma: «Con que, ¿tú eres rey?». Jesús es muy claro:
«Mi reino no es de este mundo».
Rosario Ramos: ¡¡¡Venga a nosotros tu Reino!!! Jesús se autoproclama rey del mundo que constituye nuestra existencia en su espacio más profundo. Y, en la medida en que vivamos arraigados en este mundo interior, podremos reordenar el mundo visible para que el género humano ocupe su verdadero lugar desde su auténtica dignidad. Vivir en la Verdad es buscar la verdadera esencia que somos.
Florentino
Ulibarri: Camino, verdad y vida. Llegará un día en que la libertad no sea
un sueño, en que las fronteras desaparezcan y los seres humanos seamos
respetados. Un día en que este mundo se parezca ya al reino definitivo que
estamos llamados a crear juntos.
Vicky
Irigaray: 34º Domingo del Tiempo
Ordinario. Cristo Rey. Que nuestro compromiso creyente nos lleve a
colocarnos con determinación del lado de los pobres y desheredados de esta
sociedad.
Anáfora:
El reinado de Dios. No quiso ser primero ni poderoso, no buscó las honras de este mundo, le
bastó con sentirse querido por unos pocos, porque dándose a los demás, te encontró a Ti y se
encontró a si mismo plenamente realizado como hombre.
Monjas Benedictinas de Montserrat. Fiesta de Cristo Rey.
Magda Bennásar: Glasgow y Zaqueo. De haber ido Zaqueo a Glasgow, les habría enseñado el camino, sin palabras, con un gesto: devolver con creces lo que había robado. Es la clave para salvar el Planeta.
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