Jesús no juzga a nadie. Él anuncia la alegría de una Buena Noticia que llega a los pobres y marginados de la sociedad y de la religión. Todo parecía estar bien hasta allí… Pero Jesús es mucho más atrevido y su anuncio llega hasta los más ilegales de la sociedad. ¿Ofrecer la salvación a las prostitutas y publicanos? Esto como que no encaja en ninguna lógica. No encajó en tiempos de Jesús ni ahora en la conciencia de muchos cristianos, ya que esos sujetos no estaban a la lista de los destinatarios del amor de Dios. Más aún, en la conciencia de muchos, esas personas tendrían que pagar por haber vivido así.
Fue esa manera de ser de Jesús lo que alarmó al Bautista y al pueblo. Jesús ofrece una salvación gratuita que alcanza a todos, que va más allá de las lógicas de una religión. Por eso el Bautista necesita cerciorarse sobre el mesianismo de Jesús.
La respuesta de Jesús es clara: responde con la bondad que Él está esparciendo por la tierra.
Gran emoción entre los fieles, que intensifican sus obras de caridad en estas fechas
Las parroquias de Pekín encienden las luces y se preparan para una Navidad solidaria
"Escuchemos el mensaje de los ángeles a los pastores y respondamos como los pastores"
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