DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

En estas primeras semanas del Tiempo Ordinario se perfilan rasgos esenciales del mensaje de Jesús. Toma la palabra en la Sinagoga de Cafarnaúm y lee un pasaje de los profetas omitiendo la frase en la que se habla de un Dios justiciero. Cambiar una tilde de la Escritura estaba prohibido, pero Jesús tiene clara su condición de ungido y acepta con valentía su misión: anunciar la buena noticia a los pobres. El proyecto de Dios, el programa de Jesús, implica trabajar por la justicia y la igualdad en este mundo. Por eso es una buena noticia para los oprimidos.

   Para la CELEBRACIÓN EN CASA con los chicos

Rutilio, Manuel y Nelson Rutilio, mártires y seguidores de Jesús

Javier Sánchez: "Nadie duda hoy de que el milagro de Rutilio fue la conversión de San Romero"

"Lo que siempre me llamó la atención de él fue su sencillez, su sonrisa, su risa, su frescura"

Cosme Spessotto, la mansedumbre y la firmeza de un hombre beato

Entrevista al secretario de la Comisión Pontificia para América Latina

Rodrigo Guerra: "La Iglesia es el pueblo de Dios y no una casta clerical especial que tiene adeptos y seguidores"

El Papa que vivió, y frenó, la I Guerra Mundial

Hace cien años moría Benedicto XV, al servicio de la paz entre los pueblos

Fray Marcos: El Espíritu libera y capacita para liberar. Pero la liberación que esperamos no es la que Jesús propone, y la rechazamos.

José Antonio Pagola: Buena noticia para los pobres. Uno de los rasgos más escandalosos e insoportables de la conducta de Jesús es su defensa decidida de los pobres.

Mª Luisa Paret: Hoy se cumple esta Escritura. Nadie se convierte por imposición, sino por invitación del Espíritu de Jesús, que se traduce en la ruptura de un pasado y un presente de injusticia, de relaciones desiguales, de superioridad y subordinación.

Florentino Ulibarri: Llegará un nuevo día. en el que vivir no sea una pesada carga, que doble las espaldas y sofoque los corazones, sino una asombrosa experiencia de plenitud para todas las personas, sea cual sea su origen, color, país o religión.

Vicky Irigaray: 3º Domingo del Tiempo Ordinario. Hermanos y hermanas, somos herederos del proyecto de liberación y de fraternidad universal de Jesús de Nazaret.

Anáfora: La vocación de Jesús. Nos alegra el alma recitar en tu honor este himno de gloria. Confesamos que eres un Dios bueno, que nos amas infinitamente y a todos por igual, pero que nos necesitas para erradicar los males de este mundo, para solucionar los problemas de la gente.

Oración COMUNITARIA
     A cada intención respondemos: “Danos, Señor, un corazón dócil a tu Palabra”
o Por la Iglesia llamada a ser hospital de campaña para que, redescubriendo la fontalidad de la Palabra de Dios, renueve el desafío de salir a las periferias geográficas y existenciales para anunciar con gozo el Evangelio Oremos

o Por el Papa Francisco, nuestros Obispos y todos nuestros pastores para que testimonien y prediquen siempre con fidelidad la Palabra de Dios. Oremos

o Por nuestra Patria, por sus gobernantes para que, siendo instrumentos de reconciliación y de diálogo, proyecten políticas inclusivas que promuevan la vida, la dignidad, el trabajo, la justicia y la esperanza. Oremos

o Por los que nos llamamos cristianos, para que seamos capaces de hacer propia las necesidades y las fragilidades de los demás, en especial de cuantos han sido descartados y excluidos. Oremos

o Para que desde la pastoral ordinaria y diocesana se aliente una renovada escucha de la Palabra de Dios, y dóciles a la voz del Espíritu encontremos caminos que permitan renovar la vivencia del Evangelio de Jesús. Oremos

o Por todos nosotros, llamados a testimoniar el Evangelio en la vida cotidiana, para que el Espíritu Santo despierte en nuestros corazones hambre y sed de la Palabra de Dios. Oremos