El evangelio de esta semana trata de reflexionar sobre el bien, el mal, el premio y el castigo. Temas muy profundos que han condicionado religiones y cosmovisiones pasadas y presentes. Premio y castigo son las dos caras de la misma moneda. Creer o no creer en un Dios que interviene en nuestros asuntos, esa es la cuestión. Para muchos, la prueba más evidente de que Dios tiene las manos atadas es el sufrimiento de los inocentes, algo que por desgracia contemplamos estos días con más crudeza. ¿Por qué no lo evita Dios? Aún hay quien piensa que son castigos correctivos o daños colaterales de un Plan Superior que se nos escapa.
Fray
Marcos: Dios no castiga, pero tampoco premia. Esta es la mejor noticia que nos podían
dar.
José Luis Sicre: Tres maneras de morir y una sola de salvarse. El gran protagonista es el viñador, el que intercede por la higuera y se compromete a cavarla y echarle estiércol. Ya que la higuera nos representa a cada uno de nosotros, el viñador tiene que ser Jesús.
José
Antonio Pagola: Vida estéril. El riesgo más grave que nos amenaza a todos es
terminar viviendo una vida estéril.
Rosario
Ramos: Tiempo de paciencia y confianza. El proceso de
conversión, al que tal vez se refiere Jesús, es un camino existencial, un viaje
hacia el centro de la Fuente que nos nutre y nos lanza a la vida. Es ir
descubriendo una nueva conciencia hasta conectar con nuestra versión original y
que requiere enlazarse con el tiempo de Dios, tiempo de paciencia y confianza
en lo mejor del ser humano.
Florentino
Ulibarri: Déjala un poco más. Sabes que ocupa terreno fértil y tienes ganas de
cortarla, pero tu corazón hortelano se resiste. Le cavarás la tierra, le
echarás abono nuevamente…
Vicky
Irigaray: 3º Domingo de cuaresma. Una comunidad eclesial
que no da frutos y no sea Buena Noticia para, y en, el mundo de hoy no tiene
razón de ser.
Anáfora:
Más allá de la equidad. Remueve, Señor, nuestras entrañas, sacúdenos, que
nos atrevamos a salir de nuestra pasiva comodidad, porque hacemos poco y
tenemos que hacer mucho más por la mucha gente que muere cada día de hambre.
Monjas
Benedictinas de Montserrat. Domingo 3º de Cuaresma.
Gabriel
Mª Otalora: La perversión de lo cristiano. Algunos están constantemente
buscando cualquier acontecimiento al que agarrarse para afirmar el cumplimiento
de una profecía bíblica olvidando que lo esencial es el mensaje de esperanza
que atesoran los textos sagrados.
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