2º domingo de PASCUA

El relato de esta semana nos presenta a los discípulos encerrados. Tras el encuentro con Jesús que vive, el miedo desaparece y se lanzan al mundo para dar a conocer esa nueva forma de ser y vivir. Una imagen muy elocuente para saber si nuestra experiencia pascual ha sido transformadora. ¿Vivimos de puertas para adentro, encerrados en nuestros problemas y ocupaciones? O bien ¿hemos salido fuera, a las periferias, al encuentro del prójimo necesitado?

 LECTURAS Y COMENTARIO EN AUDIO (Justino)

La vida de un cristiano, la vida «resucitada», no debería ser como la de las demás personas; debería ser una vida vivida en paz (DOMINGO: «Paz a ustedes»); una paz que se alimentara de la presencia constante de Dios (LUNES: «El Señor está contigo»). Debería ser un re-nacimiento diario (MARTES: «Con Nicodemo») como personas salvadas, es decir, personas que conocen bien el sentido último de sus vidas (MIERCOLES: «El que obra la verdad, se acerca a la luz»), y que poseen ya desde ahora una vida eterna, total (JUEVES: «El que cree en el Hijo, posee la vida eterna»). Personas cuya vida se multiplica como el pan de cada día (VIERNES: «La multiplicación prodigiosa»), y que descartan los temores básicos que aterrorizan al resto de la gente (SABADO: «Soy yo, no teman»).
             Semana en la que meditamos sobre qué aporta a nuestra vida el ser una vida «resucitada».
     El evangelio de hoy está recogido en la serie «Un tal Jesús» de los hermanos López Vigil, en el capítulo 128. El guión, el audio, y un comentario bíblico-teológico puede ser encontrado y recogido en el portal: https://radialistas.net/128-lo-que-hemos-visto-y-oido/ También ahí puede recogerse libremente el libro completo (en pdf) con todos los guiones y comentarios de los 144 episodios. 
     
Según el evangelio de Juan, Jesús entregó el "Espíritu” al morir (Jn 19,30) y en cuanto resucitó (Jn 20,22). Jesús da "su espíritu" al fracasar en el sufrimiento y al triunfar del sufrimiento. Comunicamos el "espíritu de Jesús" cuando sabemos sufrir y fracasar, lo mismo que cuando sabemos salir con dignidad y humanidad de cualquier sufrimiento o fracaso. Esto es lo que hizo Jesús. Y lo que haremos nosotros, si es que seguimos fielmente a Jesús.
    El episodio de Tomás es central en lo que este evangelio nos quiere enseñar. Se trata de una realidad muy profunda, que consiste en que "Dios entra en nosotros por los sentidos". Sobre todo por la vista y el tacto. De ahí, la relación entre "ver" y "creer". Tomás exige "ver" y "tocar" (Jn 20, 25). Cuando Jesús se aparece por segunda vez, significativamente, el evangelio no presenta a Tomás metiendo el dedo en las heridas de Jesús, ni siquiera tocándolas. La vista le bastó para hacer el acto de fe (Jn 20, 28). 
   ¿Qué ve y qué toca la gente cuando ve y palpa lo que se ve y se palpa en la Iglesia? Tomás vio y palpó llagas de dolor y muerte. Y creyó en Jesús. 

José Luis Sicre: Dichosos los que creen a pesar de lo que ven. Hay muchas diferencias en los relatos de la resurrección, como si los evangelistas quisieran acentuarlas para que no nos quedemos en lo externo, lo anecdótico.

Fray Marcos: A Jesús resucitado no le vieron en frente sino dentro de ellos. Salgamos de una vez de esa trampa, en la que tan gustosamente nos hemos metido.

José Antonio Pagola: Barro animado por el espíritu. Juan ha cuidado mucho la escena en que Jesús va a confiar a sus discípulos su misión. Quiere dejar bien claro qué es lo esencial.

Mª Luisa Paret: A los ocho días llegó Jesús. Quien no ha descubierto a Cristo en su vida, ¿cómo podrá llegar a descubrirlo en los signos del pan y el vino?

Jesús Espeja: Resurrección: El amor es más fuerte que la muerte. Esta visión cristiana permite atisbar esta victoria sobre la muerte en muchos brotes de trascendencia que pujan en nuestro tiempo.

Florentino Ulibarri: Signos Pascuales. Nuestras entrañas cerradas se llenaron de risas y cantos, luces, gritos y danzas, porque Tú, Señor crucificado, estabas, en medio, resucitado, dándonos tu paz y Espíritu.

Vicky Irigaray: 2º Domingo de Pascua. Que seamos creyentes de verdad, camino de reconciliación en este mundo tan dividido e injusto; que seamos siempre y en todo momento Vida.

Anáfora: Fe y confianza. Realmente es justo que te demos gracias, Padre santo, porque has dejado tu huella en la persona de Jesús y, a través de su vida, te has revelado a la humanidad.

Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 2º de Pascua.

 Para la revisión de vida   Dichosos los que sin ver han creído. ¿Cuáles son los fundamentos de mi fe? ¿Por qué creo? ¿Es mi fe una fe que no se apoya en argumentos racionales?  Paz a ustedes. ¿Tengo paz, paz profunda, shalom ?

Para la oración comunitaria
   Para que nuestras comunidades cristianas se miren en el espejo de aquella primera comunidad surgida a partir de la resurrección de Jesús, roguemos al Señor...
   Por todos los que tienen dificultades para la fe; para que encuentren en la comunidad de los creyentes un testimonio atractivo e iluminador...
   Para que como en el tiempo de la comunidad primitiva sean también hoy muchos los que se adhieran a la fe...
   Para que también hoy nuestra comunidad cristiana ejerza el ministerio de la curación, del alivio de todas las penalidades que afectan a la vida humana...
   Para que los cristianos de hoy aprovechemos también el ministerio del perdón de los pecados, tanto en forma individual como comunitaria...
   Dios de misericordia infinita que reanimas la fe de tu pueblo con la celebración anual de las fiestas pascuales: acrecienta en nosotros los dones de tu gracia para que comprendamos mejor que eres verdaderamente Padre y dador de Vida, que nos has encomendado acoger y acrecentar la vida, y que la Vida finalmente triunfará. Por J.N.S.
    Oh misterio infinito que rodeas y abrazas nuestras vidas, Fuerza que atrae y Agua que te escapas inasible, Intuición que te haces claramente presente pero no te dejas ver ni concretar... Haznos continuar sintiendo tu atracción, tu fuerza, tu aliento... sin descalificar ninguno de los nombres con que nuestros hermanos te evocan y te invocan, sabiendo que eres el Dios de todos los nombres, y que ninguno de ellos te cuadra adecuadamente.
Tú que eres vida y amor, y nos haces vivir y amar.

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