En el día de San José Obrero, patrono de todos los trabajadores, Jesús resucitado se hace presente en el medio de la vida, en el medio del trabajo, igual que hizo con los Apóstoles y responder a Jesús con un SÍ implica comprometerse a hacerlo vivo hoy, en especial, en nuestro lugar de trabajo, en la reivindicación por un trabajo digno y unas condiciones laborales que permitan la vida plena de todas las personas...

A las 11 MISA EN LA CAPILLA de 34 y 69bis
A las 12 PROCESIÓN POR EL BARRIO

Un santo para cada día: 1 de mayo

S. José obrero (El trabajador ejemplar)

LECTURAS y REFLEXIÓN BÍBLICA EN AUDIO

TERCERA SEMANA PASCUAL (1º al -7 DE MAYO)

Consejos para tener una buena vida resucitada (1):
Una alimentación sana

Empezamos aquí una serie de reflexiones sobre cómo cultivar nuestra vida resucitada de cristianos. Y empezamos por lo más básico, por la alimentación.

¿De qué se alimenta nuestra vida resucitada? La materia prima tiene que ser siempre el amor (DOMINGO: «¿Me amas?»). Tenemos malos hábitos alimenticios (LUNES: «Trabajamos “por el alimento que perece”»), por eso hay que empezar desechando las viandas insanas (otros «panes»; MARTES: «Solo el pan de Dios da vida al mundo»), para elegir, después, una buena materia prima (el Evangelio leído, meditado, practicado; MIÉRCOLES: «El que viene a mí no tendrá hambre») y prepararla y cocinarla «a fuego lento» (oración, unión con Dios; JUEVES: «El que coma de este pan vivirá para siempre»), hasta disponer de una exquisita y saludable comida (VIERNES: «Este es el pan bajado del cielo, no como el de vuestros padres»), un alimento como nadie más puede ofrecer (SÁBADO: «¿A quién vamos a acudir?»).

¿Nos apuntamos a un cursillo de cocina sana impartido por Jesús, nuestro gran chef?

En esta semana nos cuestionaremos con qué tipo de comida estamos alimentando nuestra vida de resucitados.

José Luis Sicre: La aparición más extraña en el sitio más inesperado. Los gestos de dar el pan y el pescado recuerdan a la multiplicación de los panes y los peces, con su claro mensaje eucarístico.

Fray Marcos: El relato es fantástico: maravilloso y simbólico. Lo importante no es lo que pasó en Jesús, antes de morir o después, sino lo que pasa en cada uno de nosotros.

José Antonio Pagola: ¿Me amas? Esta pregunta que el Resucitado dirige a Pedro nos recuerda a todos los que nos decimos creyentes que la vitalidad de la fe no es un asunto de comprensión intelectual, sino de amor a Jesucristo.

Florentino Ulibarri: Al calor de tu evangelio. hacemos silencio respetuoso escuchando a los hermanos y dialogando contigo; soñamos, despiertos y miramos el horizonte con esperanza de discípulos.

Vicky Irigaray: 3º Domingo de Pascua. El anuncio y testimonio de la Vida del Resucitado es tarea y compromiso de toda la comunidad.

Anáfora: Experiencia pascual. Cuando recordamos su vida, su palabra, su fe, su cariño, sentimos su cálida presencia entre nosotros y nos arde el corazón. Le pedimos como los dos de Emaús, que no nos deje, que nos hace mucha falta su guía y cercanía, ahora que oscurece a nuestro alrededor.

Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 3º de Pascua.¡