Sábado de Pascua

 CATEQUESIS "en casa" del 2° DOMINGO DE PASCUA

Mc 16,9-15 EVANGELIO EN AUDIO

  El mismo Jesús que había liberado a la Magdalena de los males que la oprimían es el Jesús que se le muestra a ella y a los demás discípulos. Se afirma, una vez más, la identidad del Jesús resucitado y del Jesús que había muerto. Como se ha dicho muy bien, solo puede haber resurrección donde previamente ha habido muerte. Pero, además, los textos evangélicos no hablan solo de muerte, sino más concretamente de muerte en cruz.
  La consecuencia que se sigue de lo dicho es clara: si la resurrección nos habla de la cruz y se comprende desde la cruz, de forma que sin cruz no hay resurrección, los crucificados de la historia son el lugar más apropiado para comprender la resurrección de Jesús (J. Sobrino). Dios no resucitó a un muerto cualquiera. Dios resucitó a un crucificado. La resurrección de Jesús es el argumento, que tenemos los cristianos, para fundamentar la esperanza de las víctimas de la historia para reivindicar la vida y la dignidad que les fueron arrebatadas por la violencia.

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