Un santo para cada día: 20 de junio
S. Silverio (Papa e hijo de Papa)
En este nuevo apartado Mateo, en secuencia con el sermón de la montaña, habla acerca de juzgar al prójimo. Aquí el texto no se refiere a la acción de juzgar como emitir un juicio de carácter legal o en perspectiva de crítica, sino de juzgar a los demás sin amor, sin misericordia. Por supuesto, el llamado de atención se centra sobre el juicio que recae sobre nosotros mismos, porque su efecto es el de un boomerang.
La metáfora de la brizna y la viga sobre el ojo deja entrever que antes de poder emitir un juicio de forma inmisericorde sobre el otro, se invita, más bien, a que seamos capaces de evaluar nuestras propias debilidades y fallas.
El juicio solo proviene de Dios y la propuesta del evangelio es motivar hacía un cambio de paradigma en la forma de relacionarnos superando los prejuicios sobre los demás, valorando sus capacidades y límites, evitando la tentación de ponernos en el lugar de Dios.
¿Practicas el respeto al prójimo como expresión ordinaria del amor?
Pide que "que la comunidad internacional no se olvide de la población birmana"
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