15º domingo DA-C


Tenemos este domingo una de las más hermosas parábolas de los Evangelios, la del Buen samaritano. Quizá tendríamos que hacernos la misma pregunta que le hace el legalista a Jesús: ¿Sabemos ciertamente quién es mi prójimo? 

¿A quiénes me aproximo? ¿Soy de los que doy rodeos para no implicarme o vivo la proximidad con todos? ¿Me aproximo a todo tipo de necesidades, ya sea para escuchar, animar o acompañar? ¿Qué es lo que me conmueve? 

Parroquia MEDALLA MILAGROSA-Necochea

Fray Marcos: Si no te aproximas al que te necesita, te alejas del verdadero Dios. Esta es la esencia del mensaje de Jesús.

José Antonio Pagola: Los heridos de las cunetas. La parábola del «buen samaritano» le salió a Jesús del corazón, pues caminaba por Galilea muy atento a los mendigos y enfermos que veía en las cunetas de los caminos.

Rosario Ramos: Sin rodeos ante el prójimoCuando la miseri-cordia consiste en poner corazón en la miseria y necesidad humana para dar algo más que un sentimiento.

El Papa responderá con su cuerpo, a los 85 años, a la exigencia que hizo en 2015 la comunidad indígena

Francisco, a Canadá para cerrar una herida abierta a mitad del siglo XIX

Argentina celebra hoy el Día de la Independencia

Monseñor Ojea advierte: "Nos enfrentamos a una profunda crisis política, no solo económica"
4º día NOVENA DE LA VIRGEN DEL CARMEN

Estrella de la evangelización

PALABRA DE DIOS: derribó de su trono a los poderosos

 (PAPA FRANCISCO: Evangeli Gaudium  286. María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura.

Ella es la esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas.

Como madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia.

Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios.

A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio, y entra a formar parte de su identidad histórica.

Muchos padres cristianos piden el Bautismo para sus hijos en un santuario mariano, con lo cual manifiestan la fe en la acción maternal de María que engendra nuevos hijos para Dios. Es allí, en los santuarios, donde puede percibirse cómo María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida. Como a san Juan Diego, María les da la caricia de su consuelo maternal y les dice al oído: «No se turbe tu corazón […] ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?».

287. A la Madre del Evangelio viviente le pedimos que interceda para que esta invitación a una nueva etapa evangelizadora sea acogida por toda la comunidad eclesial. Ella es la mujer de fe, que vive y camina en la fe,[214] y «su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de referencia constante para la Iglesia». Ella se dejó conducir por el Espíritu, en un itinerario de fe, hacia un destino de servicio y fecundidad.

Nosotros hoy fijamos en ella la mirada, para que nos ayude a anunciar a todos el mensaje de salvación, y para que los nuevos discípulos se conviertan en agentes evangelizadores.

En esta peregrinación evangelizadora no faltan las etapas de aridez, ocultamiento, y hasta cierta fatiga, como la que vivió María en los años de Nazaret, mientras Jesús crecía: «Éste es el comienzo del Evangelio, o sea de la buena y agradable nueva. No es difícil notar en este inicio una particular fatiga del corazón, unida a una especie de “noche de la fe” –usando una expresión de san Juan de la Cruz–, como un “velo” a través del cual hay que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el misterio. Pues de este modo María, durante muchos años, permaneció en intimidad con el misterio de su Hijo, y avanzaba en su itinerario de fe». 288. Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño.

En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. Mirándola descubrimos que la misma que alababa a Dios porque «derribó de su trono a los poderosos» y «despidió vacíos a los ricos» (Lc 1,52.53) es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia. Es también la que conserva cuidadosamente «todas las cosas meditándolas en su corazón» (Lc 2,19).

María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles.

Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás «sin demora» (Lc 1,39).

Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización.

Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa confianza y de firmísima esperanza: «Yo hago nuevas todas las cosas» (Ap 21,5)

Aqui se puede rezar el Rosario o Padre nuestro, Ave María y Gloria

ORACION A LA VIRGEN DEL CARMEN
     Virgen del Carmen, buscamos en ti nuestro refugio en los momentos de soledad. El pueblo, desde su nacimiento, te invoca con fervor. Llévanos a Jesús, nuestro Salvador, tú, la Madre de los pobres y necesitados.
Venimos a ti, porque siempre nos escuchas y nos presentas a Jesús. Amén.
Cristina Plaza: El mundo va mal. Bueno, yo voy a hacer mi parte…L

Florentino Ulibarri: Para hacerse prójimo. Dos ojos para mirar y ver corazones, reversos y cunetas tan llenos de vida y llamadas que detienen nuestros negocios a pesar de su importancia y urgencia.

Vicky Irigaray: 15º Domingo del Tiempo Ordinario. La invitación es a ser próximos y próximas.

Anáfora: Solidaridad. No debemos pedirte milagros, no eres Dios de rogativas, los problemas de la gente son cosa nuestra. Bendito sea tu nombre, Señor. Gracias por la vida, gracias por vivir en todos los seres humanos.

Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 15º del Tiempo Ordinario.5

Crece la violencia en homicidios de religiosos, extorsiones y robos a templos

Detienen y asaltan en retén criminal al Obispo de Autlán
)

Comentarios