Viernes 24ª semana DA

Discurso en la clausura del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales

Francisco: "Defendamos para todos el derecho a la religión, a la esperanza, a la belleza, al cielo"

Francisco regresa a Roma, mientras los católicos del país agradecen una visita histórica

"Gracias por la acogida, que el Altísimo bendiga la vocación de paz y unidad de Kazajistán, país del encuentro"

El Papa pidió una negociación para poner fin a la guerra en Ucrania que incluya a Rusia

Francisco, sobre Nicaragua: "Es grave diplomáticamente echar al Nuncio. Esto es difícil de entender y de tragar"

Santoral: Santos Cipriano y Cornelio, mártires
Cipriano, obispo de Cartago, fue decapitado el 14 de septiembre del año 258. Sus cartas y sus escritos, así como su pasión, revelan su alma de verdadero pastor, siempre en la brecha para sostener a sus hermanos en la persecución y salvaguardar la unidad de la Iglesia, preocupado por dar ejemplo de fidelidad a Jesucristo.
    El Papa Cornelio murió exiliado en Civitavecchia, después de un breve episcopado (251-253). Como Cipriano, de quien se había ganado el respeto y la amistad, murió mártir. Por eso, desde el siglo IV, la Iglesia celebraba a Cornelio en su propia cripta, en el día del aniversario de San Cipriano.

Martirologio y efemérides latinoamericanos: 16.9.1983: Guadalupe Carney, jesuita de origen estadounidense, asesinado, acompañando la lucha de su pueblo hondureño. Todavía hoy la CIA entrega documentos mutilados sobre su desaparición.

Lc 8 1-3 EVANGELIO EN AUDIO

Lucas muestra un interés particular en evidenciar la presencia y participación de las mujeres en el proyecto del Reino. El hecho de que las mujeres acompañaran a Jesús desde el inicio de su ministerio, así como los doce apóstoles, les confiere el reconocimiento de discípulas “apostólicas” del anuncio del mensaje cristiano.
   Ellas son las “testigos privilegiadas” de la Resurrección del Señor y se convierten en animadoras de comunidades en el origen mismo de la Iglesia. Las mujeres no juegan un rol pasivo en el misterio de la Salvación; más bien son llamadas a dinamizar y enriquecer la apostolicidad.
   Toda mujer cristiana está llamada a testimoniar la dignificación y revalorización que Jesús hace de ellas, en espera de su respuesta comprometida en la Iglesia y en el mundo.
   Aunque en la Iglesia no exista aún la posibilidad de admitir a las mujeres en un ministerio propio, es importante recordar que lo principal lo tenemos en común: la fe y la misión evangelizadora.
 ¿Valoras y respetas a la mujer en su integridad? 

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