Domingo XXVIIIº DA-C

 

"La pobreza no se puede combatir con el 'asistencialismo' social"

El Papa pide una economía que luche "contra los males de la especulación que están alimentado los vientos de guerra"

Francisco adelanta junto a los salesianos la canonización del beato

El Papa consagra a Zatti como un santo inmigrante, “pariente de todos los pobres”, salesiano e intercesor de las vocaciones

Entrevista con el postulador de la causa del enfermero argentino, que será canonizado mañana

Pier Luigi Cameroni: "El Papa es muy devoto de Artémides Zatti"

MEDALLA MILAGROSA - Necochea

Miguel Ángel Munárriz: El regalo de la vida. Hay razones para creer que esto tiene sentido, que podemos vivir… que está pensado por una Madre.

José Luis Sicre: “Malos”, pero agradecidos. La fe se manifiesta en la alabanza a Dios y el agradecimiento a Jesús, algo que está a nuestro alcance.

Fray Marcos: No es el cumplimiento de la Ley lo que te salvará. Agradecer es reconocer que lo que tienes, y sobre todo lo que eres, se lo debes a Otro.

José Antonio Pagola: Recuperar la gratitud. Se ha dicho que la gratitud está desapareciendo del «paisaje afectivo» de la vida moderna.

Pepa Torres Pérez: Encuentro, sanación y agradecimiento. El tema central del relato es el desigual modo con que el grupo de leprosos procesa interiormente el encuentro con Jesús y su sanación.   

Florentino Ulibarri: Dar gloria a Dios. Lo que Tú nos ofreces nos devuelve la dignidad, nos limpia de toda enfermedad, nos libera de normas serviles y alegra nuestro corazón… Tú sé libre, y darás gloria a Dios como él quiere.

Vicky Irigaray: 28º Domingo del Tiempo Ordinario. Necesitamos creyentes alegres, capaces de celebrar la vida con todos sus caudales: cuando discurre en medio del sufrimiento y cuando brota la fiesta y el agradecimiento sin más.

Anáfora: Enfermedad y muerte. Es nuestro deber que te agradezcamos de corazón las maravillas insondables del universo, la creación del género humano y nuestra propia existencia. Gracias, Señor, por ser como eres. Tú eres el Dios bueno, en el que ponen su fe los pobres de este mundo.

Monjas Benedictinas de Montserrat. Domingo 28º del Tiempo Ordinario.