Jesús nos habla de un Dios que es presencia y nos hace ser desde la
dignidad de hijos de Dios. Un Dios, que no es de muertos, que es un Dios de
vivos porque para Él todos están vivos.
El pedido de paz en seis idiomas de los jóvenes que vieron a Francisco
Francisco, en la escuela católica que da cursos sobre el Islam
"Sean sembradores de fraternidad y serán cosechadores de futuro"
Papa, a los jóvenes en Bahrein: "La Iglesia está con ustedes y los necesita para rejuvenecer"
Santa Misa por la paz y la justicia en el Bahrain National Stadium
El Papa pide "romper la espiral de la venganza, desarmar la violencia, desmilitarizar el corazón"
José
Luis Sicre: La resurrección: ¿mito o realidad? En contra de lo que
muchos piensan, el pueblo de Israel no tuvo en los siglos antes de Jesús una
idea clara de la resurrección.
Fray
Marcos: El más allá no es continuación del más acá. La eternidad está en ti, aquí y ahora.
José
Antonio Pagola: ¿Es ridículo esperar en Dios? La fe de Jesús en la
otra vida no consiste en algo tan irrisorio: «El Dios de Abrahán, de Isaac y de
Jacob no es un Dios de muertos, sino de vivos».
Florentino
Ulibarri: ¡No se enreden! Se creen sabios, y van de desatino en desatino. Se dedican a poner trabas a quienes se liberan
de dogmas y saltan murallas.
Vicky
Irigaray: 32º Domingo del Tiempo Ordinario. Nuestro Dios es un
Dios de vida. Construyamos una sociedad cada día más humana y justa, apostando
siempre por la vida.
Anáfora:
Religión. Queremos
volver al mensaje original de Jesús, a su evangelio, que no es nunca un rito
sino una propuesta de vida entregada al prójimo, que no es mirar al cielo sino
a la tierra, a sus problemas y a su gente.
Monjas
Benedictinas de Montserrat. Domingo 32º del Tiempo Ordinario.
Comentarios
Publicar un comentario